Recuperación del Ferrocarril Militar del Cajón del Maipo.
El fénix es un ave que según la mitología se consume por acción del fuego y luego renace de sus cenizas en gloria y majestad.
Tal como se desprende de su nombre, el objetivo de este proyecto es recuperar desde las cenizas un bien patrimonial que ya parecía completamente perdido; el antiguo y pintoresco ferrocarril que unía desde principios del siglo pasado la ciudad de Puente Alto, con las instalaciones mineras de El Volcán en el interior del Cajón del Maipo.
Para ello, el tren recorría una vía férrea de 60 cm de ancho y alrededor de 60 kms. de longitud, sirviendo en todo su recorrido para el transporte de carga y pasajeros en los distintos poblados y localidades del interior del Cajón del Maipo y operado por el Batallón de Ferrocarrileros del Ejercito de Chile.
Visto solo desde el punto de vista funcional, este ferrocarril ya no tendría razón de existir: La carga desde los yacimientos mineros es transportada hoy en camiones, las personas cuentan en muchos casos con vehículos propios o hacen uso de la locomoción colectiva y el Batallón de Ferrocarrileros ya no existe; sin embargo el valor secundario de este ferrocarril sigue estando cada día más vigente.
Desde sus inicios, el ferrocarril sirvió a la comunidad del Cajón del Maipo como un medio de locomoción y para ello contaba con una cantidad no despreciable de coches de pasajeros de diferentes tipos y niveles de confort, pero con el tiempo, muchos habitantes de Santiago comenzaron a utilizarlo como una forma de “escaparse de la ciudad”, y subir al cajón a disfrutar del paisaje, el aire puro y muchas veces la nieve y con ello se fue convirtiendo cabalmente en un tren turístico para los fines de semana, muy cerca de Santiago, de fácil acceso y muy barato.
Cuando se produjo su cierre definitivo a principios de los 80, los impactos no fueron demasiado grandes. La carretera ya estaba asfaltada y las “micros” hacían el recorrido en un tiempo mucho menor. La carga procedente de las compañías “El Volcán”, “Merceditas” y “Romeral” comenzó a transportarse en camiones. El único que perdió fue el turismo familiar de fin de semana; ese que se hace solo por el día y en el que muchas veces “el viaje” es el centro de la actividad, pasando a segundo lugar el destino, la rapidez y la comodidad.
Hoy el proyecto Ave Fénix busca recuperar precisamente ese aspecto, estableciéndose como un circuito turístico para la familia, orientado a las personas que buscan una actividad en la que el tren sea en buena medida el motivo del viaje.
Para ello, Luis León Vera, un militar retirado y ex maquinista del FFCC militar, ha tomado como tarea personal el inmenso desafío de resucitar desde las cenizas a este recordado vecino del Cajón del Maipo. Para ello, ha trabajado mucho. Consiguió que el Ejército de Chile le entregara la estación de El Melocotón, lugar donde estableció su hogar junto a su esposa. Luego consiguio que se le entregaran las piezas históricas que se ubicaban en el antiguo Regimiento de Puente Alto, entre ellas la locomotora a vapor que todos llaman cariñosamente “La Panchita”, junto con un coche comedor y un carro plano. Estas piezas fueron trasladadas a la antigua estación El Melocotón, donde el mismo ha trabajado en su cuidado y restauración.
Posteriormente, consiguió que se le entregaran las locomotoras diesel, de propiedad del Ejército y que a pesar de estar funcionando se hallaban abandonadas en un extremo de las instalaciones del regimiento, siendo víctimas del vandalismo y el pillaje cuando el terreno quedó desocupado tras la disolución del Regimiento de Ingenieros Ferrocarrileros y de Alta Montaña de Puente Alto.
También logró que la Municipalidad de San José de Maipo le entregara los coches de madera que tenía semi abandonados en uno de sus patios y que ya habían sido víctimas del vandalismo, además de un coche restaurado pero en muy malas condiciones que se utilizaba como oficina en la Plaza de dicha comuna.
Con todo este material debidamente resguardado en El Melocotón, la siguiente tarea sería restaurarlo al mejor estado posible. Para ello, un grupo de voluntarios ha trabajado durante años, logrando hasta la fecha poner en servicio una de las locomotoras diesel y un hermoso coche de pasajeros. Además, han restaurado dentro de la estación toda la vía principal y dos desvíos; en total alrededor de 500 metros de vía, los que le han permitido establecer un patio de pruebas para el equipo a la vez que un pequeño circuito para los cada vez más numerosos turistas que vienen a conocer este histórico tren.
Los pasos que siguen son igualmente ambiciosos: esperan reponer la vía en su ubicación original desde El Melocoton hasta San Alfonso tarea que tampoco será fácil; en muchos lugares la faja de vía ha sido ocupada por los vecinos aun cuando sigue siendo propiedad del Ferrocarril y del Estado de Chile, por lo que será necesario recuperarla, sin embargo los vecinos ya están tomando conciencia que el ferrocarril representará un foco de atracción turística con el beneficio que esto tiene para la actividad económica de la comunidad.
Una vez logrado lo anterior, será necesario establecer un servicio ferroviario que opere en forma regular y con todas las formalidades que un ferrocarril requiere, de modo que pueda proyectarse por muchos años en el tiempo. El resto, los pasajeros, llegarán solos. Su ubicación, en las cercanías de Santiago le asegura un gran potencial turístico y una vez que la Panchita sea restaurada y el tren pueda moverse con locomotora a vapor, sin duda recibirá incluso turistas extranjeros ávidos de viajar en un tren a vapor por los hermosos parajes del Cajón del Maipo.
Por ahora, el tren y el pequeño museo de la estación puede ser visitado todos los fines de semana y por una módica suma de dinero, destinada a financiar el petroleo de la locomotora, es posible "dar una vuelta" por el pequeño circuito de la estación y soñar con el día cada vez más cercano en que el trencito remonte nuevamente el cajón del Maipo cargado de felices turistas.
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